lunes, 23 de noviembre de 2009

LOS BORAS

ACTIVIDADES ECONÓMICAS
La economía de los boras depende de la horticultura de roza y quema, la caza y la pesca. Este grupo produce la yuca amarga con cuya harina elaboran el casabe, alimento fundamental en dicha sociedad. Este es acompañado con carne de animales silvestres obtenidos de la caza que se practica tanto de manera individual como colectiva.
Además de las actividades tradicionales actualmente se dedican a la agricultura comercial vendiendo en el cercano pueblo de Pebas, yuca, plátano, maíz, frijol y maní. También recolectan los frutos comestibles de árboles como el ungurahui que prosperan en el bosque secundario, y los frutos de palmeras como el aguaje y el pijuayo para su venta en dicho centro poblado. Asimismo trabajan proyectos de ganadería y se dedican a la extracción de madera. Desde hace una década mantienen relaciones con empresas de turismo para las que organizan espectáculos de danzas folklóricas para visitantes.
En los últimos años se han visto en la situación de producir hoja de coca dentro del sistema de habilitación implementado por algunos comerciantes.


ORGANIZACIÓN SOCIAL
Dentro de la población indígena localizada en la zona del Plan el grupo étnico Huitoto ocupa primordial importancia, existiendo rasgos similares respecto a las prácticas de la horticultura y el procesamiento de la yuca, la caza, la pesca, la cocción del casabe, el tejido de hamacas, la cestería, el uso de la coca mambeada, los rituales de la iniciación de la pubertad y las prácticas caníbales mantenidas hasta un pasado reciente.
Los indígenas boras habitan en malocas octagonales con techo cónico. Dentro del complejo residencial maloquero existen casa satélites. Las malocas boras son del tipo murui(masculinas) o de tipo muinani(femeninas).
La organización social de las etnias del área Bora determina la filiación y descendencia a través de los patrilinajes, constituyendo unidades residenciales patrilocales(donde vienen a vivir en calidad de esposas las mujeres de otros grupos) y conforman unidades domésticas en una maloca, bajo un jefe de maloca.
La subsistencia hortícola se basa en cultivos como los de yuca brava y dulce, ñame, plátano, piña y maní. Para los rituales se usa una decoración específica según la ocasión y el estatus del individuo, enfatizándose su rango con ciertos plumajes y collares de dientes de tigre, así como el uso de hachas rituales por parte de los jefes.
La jerarquía de linajes y de grupos de hermanos Bora está definida según el orden de nacimiento. Para los linajes, este se encuentra pre-determinado en la mitología; y entre grupos de hermanos se define según la secuencia de nacimientos entre el primogénito y el último hijo, asignado a cada cual una función ritual y socio-política. El hijo mayor de un jefe o dueño de maloca heredaría en principio este cargo.
Como todas las etnias indígenas, los Bora tienen una secuencia o calendario de actividades, eventos y ritos que se ajustan a un ciclo anual, según los cambios ambientales, las condiciones meteorológicas, climáticas e hidrológicas.
Entre los Bora el baile ritual tiene como fin propiciar el crecimiento y la reproducción de la gente, y su defensa contra las enfermedades y la muerte. El ritual del baile del chontaduro, con o sin su uso de máscaras, tiene lugar durante el verano para propiciar la buena pesca y el éxito de las cosechas.
Según GUYOT: los Bora presentan grupos de filiación que portan un nombre de vegetal, animal u objeto asociados cada uno a un punto del territorio de esta sociedad, considerado el lugar de origen del grupo de descendencia. Idealmente, los miembros del grupo de filiación habitan cerca de dicho punto en una casa multifamiliar o “maloca”.
El principio fundamental que articula el grupo de filiación es la jerarquía de nacimientos, siendo asignados a los miembros los nombres de los ancestros por orden de nacimiento. El individuo de mayor edad en el grupo de filiación es en su memoria y sería rápidamente incorporado a las representaciones del continente americano.
Muchos de los actuales tocados de plumas reciben todavía el nombre de coronas por comodidad semántica, aunque no siempre sean distintivos de autoridad entre los pueblos Achuar, Awajun, Wampis, Candoshi, por ejemplo, el uso de tales atuendos corresponden a momentos festivos o raras ocasiones en que se visita a los vecinos. De acuerdo con la colocación o el color de las plumas, el usuario busca ejercer el mismo atractivo que el de las aves durante el cortejo nupcial o disfrutar de sus cualidades reales o atribuidas. Aquellas concepciones animositas se manifiestan con mayor claridad en el uso extendido de las máscaras que entremezclan lo ritual con lo festivo. Sea de carácter humano, animal o totémico, la máscara transmite transitoriamente las cualidades de lo representado. En la fiesta Bora del pijuayo, por ejemplo, el disfraz de fibras vegetales y la máscara se integra para cubrir por completo el cuerpo del figurante. El atuendo culmina en una talla con figura animal, para recordar así la importancia de ese fruto como soporte del ciclo vital de esa zona. Estas piezas de madera policromada conjugan armoniosamente la estilización con algunos detalles naturalistas que dan cuenta de una capacidad de información decantada con el paso del tiempo.

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